“La arquitectura tiene un motivo interior: la idea de crear un paraíso. Este es el único propósito de nuestras casas. Si no llevamos este pensamiento entre nosotros, todas nuestras casas serán más simples y triviales y la vida no será digna de vivir.”
Alvar Aalto
Un hogar un paraíso. Un lugar donde vivir no solo dignamente sino intensa y placenteramente. No puedo estar más de acuerdo con las palabras de Alvar Aalto ¿Tu opinas igual?
En este post te traigo una casa que es un paraíso. Es una de las viviendas apasionantes, se trata de Villa Mairea. El arquitecto finlandés Alvar Aalto y su mujer Aino diseñaron este hogar para sus amigos el matrimonio Gullichsen entre los años 1937 y 1939.
Aalto es unos de los grandes maestros de la arquitectura contemporánea. En esta serie de post te voy a ir descubriendo casas icónicas de grandes maestros. En el pasado post escribí sobre Jorn Utzon y su casa en Mallorca Can Lis.
Pero entremos en materia. Como buen icono de la arquitectura hay muchísimos análisis, artículos y tesis doctorales en las que se profundiza y explica todos los aspectos de esta vivienda. Los arquitectos podemos llegar a ser grandes fanáticos obsesivos. Si quieres profundizar en el conocimiento de esta casa te animo a ver en google toda la información disponible.
Pero a mi me gustaría contarte las sensaciones y emociones que transmite esta casa y por que la hacen una de las viviendas más apasionantes.
Lo primero señalarte que esta casa se sitúa cerca de la ciudad de Noormarkku en Finlandia. Un lugar muy frio gran parte del año, excepto los meses de junio, julio y agosto que tiene máximas de unos 21°. Por este motivo la casa se ideo como villa de verano. El paisaje donde se asienta es espectacular, en medio de un enorme bosque de pinos. La vivienda aparece como si fuera una cabaña extraña en mitad del bosque.
Se adapta perfectamente al entorno, la sensación es de un refugio cálido, gracias a sus revestimientos de madera, en medio del gélido paisaje. El aspecto que más me apasiona de esta villa es el uso de los materiales. Contiene una gran cantidad de materiales diferentes y todos están en armonía para crear un edificio de una gran belleza. Es como un collage de materiales tanto en el exterior como el interior.
La funcionalidad y el uso son impecables, como no podía ser de otro modo en un edificio de Aalto, pero también es muy sensual. La geometría ortogonal esta rota en innumerables ocasiones por líneas curvas y diagonales para dar dinamismo a la experiencia del recorrido y la estancia.
La luz es otro de los aspectos vitales para conseguir que este hogar transmita una sensación de paz, tranquilidad y protección. En el salón y comedor los grandes ventanales dejan entrar la luz a chorros, algo indispensable por la ubicación. A la vez esos ventanales te dejan ver en todo momento el bosque en el que estas, el interior y exterior se mezclan para potenciar la sensación.
La naturaleza es protagonista en todo momento. La vivienda en “L” se abre al bosque incorporándolo en la composición exterior. En el interior las plantas están presentes en cada rincón. Sin duda Aalto sabía los múltiples beneficios que ofrece la vegetación.
Se nota que el hogar esta pensado con gran amor, por la arquitectura y por diseñar y construir un verdadero hogar para sus inquilinos. Los innumerables detalles que aparecen por todas partes dan fe de ello.
Este hogar es una de las viviendas apasionantes por excelencia en ella te sientes arropado y en paz.
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