“Una casa como yo” de este modo definió Curzio Malaparte su singular e icónica casa al borde de un acantilado en la isla de Capri. Esta frase junto con su vivienda “Casa Malaparte” nos va a servir para analizar la relación de las emociones con el hogar.
Y es que esta casa sería imposible si no hubiera existido su propietario. Para entender la casa tienes que entender la vida de Curzio, experiencias y carácter. Resumiendo, radicalmente su biografía, te diré que Curzio fue un escritor italiano de padre alemán que vivió entre los años 1898 y 1957. Vivó y participó en ambas Guerras Mundiales, siendo la segunda gran guerra la que le dejo una huella profunda. Me interesa comentarte, ya veras porque más adelante, que estuvo cerca del régimen de Musolini, pero que posteriormente lo criticó ferozmente y esto le sirvió para ser arrestado y confinado durante cinco años en las islas de Lipari. Para conocer algo más de la biografía de Malaparte te dejo este enlace “Biografía Curzo Malaparte”.
Este confinamiento tiene un significado transcendental en el diseño y existencia de la Casa Malaparte. En parte por la experiencia y la huella que dejo este confinamiento en Curzio que el mismo expresa de este modo:
“Hoy más que nunca ‘siento que la celda N. 461 del 4º Braccio de Regina Coeli se ha quedado dentro de mí, se ha transformado secretamente en la forma de mi espíritu’. Hoy más que nunca me siento ‘como un pájaro que se ha tragado su propia jaula’. Llevo la celda conmigo, dentro de mí, como una mujer embarazada lleva a su hijo en el vientre […] Hoy vivo en una isla, en una casa triste, dura y severa sobre el mar: una casa que es el fantasma, la imagen secreta de la prisión. La imagen de mi nostalgia.”
Malaparte, Fughe in prigione. Publicadas en varias ediciones, 1936, 1943 y 1954,
Por otra parte, la referencia a la Iglesia de “l’Annunziata de Lipari”. Su influencia queda reflejada en uno de los lugares de la casa más significativos y simbólicos, la escalinata de acceso al solárium en la cubierta.
Pero la frase “una casa como yo” es lo que relaciona estas experiencias y referencias en el diseño y construcción de su hogar con las emociones.
Es el orgullo, velada en la frase, la principal emoción que expresa. Malaparte está orgulloso de ser como es libre, rebelde, arrogante, mitómano y fabulador de sí mismo, como lo muestra su historia vital. Su vivienda es fiel reflejo y a su vez estas declaraciones muestran el orgullo que siente al poseer este hogar.
Todo esto tiene como fondo la identidad que te da un lugar. Sentir orgullo de poseer algo te identifica con lo que eres. En el escrito “9 factores para que tu hogar te llegue al alma” desarrollo más esta y otras ideas.
La huella de lo que eres está en los lugares y a su vez tú vas dejando huella en los lugares. La casa Malaparte es un claro ejemplo de ello, sin menospreciar la influencia en el diseño y resultado final del arquitecto Adalberto Libera. Curzio con su identidad, carácter y emociones juegan un papel determinante, entre otros aspectos, para que hoy tengamos esta joya de la arquitectura entre los lugares que disfrutar y aprender.
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