Una reflexión me ha asaltado recurrentemente en las últimas semanas. Pienso una y otra vez que los edificios son los escenarios del vivir.
Quizás porque en estas semanas estamos trabajando, de manera tangencial, en el desarrollo de la escenografía para un musical o porque la tesis doctoral que desarrollo tiene que ver con la experiencia, las emociones, las situaciones vitales, en definitiva, sobre el vivir.
Y empecemos por aquí, el vivir. No sé si te has dado cuenta, pero hay montañas de libros escritos sobre la vida y muy pocos o ninguno sobre vivir. De la vida hay libros explicando su evolución, historia, problemas, sentido, etc. Todas las ramas del conocimiento hablan sobre la vida. Sin embargo, sobre vivir nada. Cómo vivir, qué hacer, cómo utilizar tu vida, de qué modo vivir, en fin, habría muchas más… Pero no existe un libro que te enseñe a vivir.
Por lo tanto, vives improvisando haciendo lo que crees que es mejor para ti y los tuyos en cada momento. Y en este vivir eres una actriz o actor que improvisa su papel en cada situación. Y representas muchos papeles diferentes, tienes muchas máscaras dependiendo de la situación en la que te muevas. Por ejemplo, no tienes el mismo comportamiento en la oficina con las personas que trabajas que en tu casa con tus hijos y familia. Incluso con tus padres actúas y te comportas de un modo algo diferente que con tus hermanos.
Eres todos esos personajes, esto los psicólogos lo tienen muy estudiado, con eso me refiero al vivir, en cierta manera como una actuar en el que entra en escena uno u otro personaje dependiendo de la escena.
Y es ahora cuando la escenografía se hace presente, en algún momento tenían que llegar los edificios reivindicando su papel, al fin y al cabo, esto es un blog de un estudio de arquitectura. Pues bien, veo las habitaciones, los salones, las cocinas, las casas, las oficinas, todos los edificios, jardines, parques y ciudades como grandes escenografías del vivir. De tu vivir y del vivir de cada uno. Escenografías que han construido otras personas, en la acción de su vivir, para que tú tengas esa escenografía para tu vida, para que actúes en ese gran espectáculo.
Y no es que los edificios sea lo más importante en esa función, la trama de tu vida, los personajes, los acontecimientos, la música, todo tiene su importancia y todo está envuelto por los edificios como escenografía.
De este modo es como veo los edificios como un gran decorado de ese drama individual y colectivo que es el vivir.
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