Lo bello es un escondrijo

Lo bello es un escondrijo. A la belleza le resulta esencial el ocultamiento. La transparencia se lleva mal con la belleza. La belleza transparente es un oxímoron. La belleza es necesariamente una apariencia. De ella es propia una opacidad. Opaco significa sombreado. El desvelamiento la desencanta y la destruye. Así es como lo bello, obedeciendo a su esencia, es indesvelable.

Han, 2017, p. 45

¿No te parece que la belleza es así? Puede que esta concepción de la belleza se este perdiendo, pero pienso que la belleza debe ser misteriosa. Ya escribí otro post en el que te hablaba del “Asombro y la Belleza”, en él ya te apuntaba algo de esta característica de la belleza.

Será el destino o quizás lo provocamos inconscientemente, pero hace poco me encontré con este libro “La salvación de lo bello” del filósofo Byung- Chul Han y todo ha empezado a encajar, a veces te encuentras con libros o textos que ponen palabras a tus pensamientos e ideas. No se si te ha pasado alguna vez, cuando esto sucede es muy emocionante.

A esta opacidad de la belleza se opone la pornografía de lo transparente de lo totalmente expuesto, así se pierde el erotismo. Los diseñadores de moda manejan estos conceptos exquisitamente. Recuerda ese vestido que te encantó y analiza porque era tan bonito, seguro que no era porque enseñara todo el cuerpo sino porque lo velaba. Dejaba ver pero no desvelaba.

Ahora me gustaría compartir contigo una reflexión que me asaltó al leer este capítulo del libro “Estética del encubrimiento”. Quizás las casas de diseño que aparecen en las revistas en un paisaje montañoso sobrecogedor o junto a la playa, pienso en esa serie de documentales de Netflix “The world’s most extraordinary homes”, sean ,excepto algún caso, viviendas pornográficas. No me entendéis mal son viviendas muy bonitas pero quizás lo ofrecen todo, son excesivamente transparentes.

Con esto no quiero decir que un hogar no deba tener luz, es uno de los principales factores de las viviendas emocionales, sino que a lo mejor no deben desvelar todo el paisaje de golpe o toda su dimensión en el primer vistazo. Quizás deben dejar un velo para que la imaginación haga el resto y puedas experimentar la belleza un día tras otro. Esa belleza opaca de la que habla Byung-Chul Han.

No solo se desnuda el cuerpo, sino también el alma. La pornografía anímica es el final definitivo de la seducción, que es más juego que verdad.

Han, 2017, p. 51

Seguro que te ha pasado alguna vez, hay lugares a los que acudes reiteradamente y cada vez que los experimentas descubres cosas nuevas. Son lugares que destacan por su belleza, pero no la ofrecen toda de golpe, quizás nunca la puedas llegar a percibir su totalidad. Pero entras en ese juego de seducción, disfrutas la belleza y tu alma se ve reconfortada. Como arquitecto aspiro, en todos los diseños que realizo, a conseguir provocar ese juego de seducción, para que la belleza nunca abandone un lugar. Para que la belleza siempre encuentre un escondrijo.

¿Cuál es tu escondrijo?

Bibliografía

Han, Byung-Chul, La salvación de lo bello, Barcelona, Heder, 2017.