Lo confieso soy voyeur, sobre todo la hago por la noche. Bueno… no llego a ser un auténtico voyeur, no tengo ningún interés en ver las intimidades eróticas de la gente, pero sí miro mucho por las ventanas de los edificios. No lo puedo evitar, es que estoy obsesionado con la iluminación. Cada vez que veo un dormitorio con una luz fluorescente o una iluminación en el techo con luz blanca pienso lo mismo: “¡qué desagradable! Pobre, debe tener algún trastorno del sueño” (lo he endulzado por decoro). Este post tiene la gran esperanza de acabar con las luces blancas e intensas en los dormitorios, por eso aquí van unas “Ideas para iluminar tu dormitorio”.
Las emociones y la iluminación están íntimamente relacionadas, esto lo debes tener en cuenta siempre. En este post puedes ahondar más en ello. En principio un dormitorio es una estancia para descansar y dormir, de ahí el nombre. Es cierto que en muchos casos lo utilizamos para otras actividades que después veremos.
Todos los médicos especialistas en sueño recomiendan que comencemos a prepararnos un tiempo antes de dormirnos. Y una de los aspectos de los que hablan es de la intensidad y color de la luz. Esta debe ser tenue y cálida, como un atardecer. Esto la llevamos en los genes, cuando cae el sol es momento de tranquilizarse y dormir.
Por este motivo, nosotros diseñamos la iluminación de los dormitorios de nuestros clientes pensando en el momento de ir a dormir. Siempre incorporamos un encendido para las lámparas de las mesillas, son luces bajas que tienen normalmente poca intensidad y recomendamos que sea cálidas (mínimo 2700ºK). Así conseguimos calmar las emociones e ir preparando el cuerpo para el descanso.
Como hemos dicho, en los dormitorios se realizan otro tipo de actividades como puede ser vestirse, estudiar o jugar. Muchas veces, quizá la mayoría de ellas, el dormitorio cumple estas funciones. Son actividades que requieren otro tipo de iluminación y así debemos actuar, es decir, que deben tener otras luces específicas. Uno de los mayores errores es querer iluminar una estancia con varias funciones con un solo tipo de luces y esto sucede mucho en los dormitorios.
Por ejemplo, si tienes los armarios dentro del dormitorio la luz central del techo no es la adecuada, al abrir el armario para vestirte tu cuerpo dará sombra sobre la ropa. Lo mejor es tener unos focos excéntricos a unos 15 o 25 cm de los armarios, de gran intensidad para ver bien y yo los seguiría poniendo de luz cálida.
Si también utilizas el dormitorio para estudiar, cosa nada recomendable, pero hay veces que no queda más remedio, con un flexo sobre la mesa de trabajo es suficiente. Deberá ser, esta sí, luz blanca (3000ºK) y que asegure 500 luxes sobre la mesa. Esta es la única exigencia normativa, si bien solo para oficinas, pero que te puede servir de orientación. Para conseguirlo con una lámpara de 1000 lúmenes tienes de sobra.
Como puedes ver cada actividad requiere una luz específica y repercute en las emociones que necesitas para desarrollar cada una de ellas. Por este motivo incorpora diferentes capas de luz en tu dormitorio, que puedas encender y apagar independientes, para que se adapte emocionalmente a cada instante. Un paso más para tener un hogar emocional.
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