Probablemente pienses que el último sitio donde puede aparecer la magia es en una obra. Pero, si te digo que construir es un acto mágico y que las obras son mágicas en muchos aspectos. Descubre la magia de construir.
Construir, lo que sea, es un acto mágico. Construir es crear algo en donde no había nada. Hacer aparecer algo de la nada es el mayor truco de magia, junto con hacerlo desaparecer.
Pero no se puede obviar el proceso de construcción y que no se crea de la nada, sino que se transforma, otro acto mágico. Entrando en el ámbito, que como arquitecto me toca, las obras de construcción de un edificio son procesos mágicos en muchos sentidos.
Uno de los aspectos, y de los más fascinantes, es la conexión, la coordinación o el trabajo en equipo entre personas. Sin esta conexión para alcalizar un objetivo, en este caso construir un edificio, sería imposible llegar a construir algunos de los grandes monumentos y edificios que ha creado nuestra civilización. Por que justo esa colaboración y relación es lo que nos ha hecho ser la civilización avanzada que somos.
Recuerdo un día, cuando aún era un joven e inexperto arquitecto, entrar en las obras de ampliación de la estación de Atocha en Madrid. Era medio día cunado fui por motivos de trabajo y al entrar en la obra tuve que parar y observar un buen rato lo que allí pasaba. Me vino a la mente las ilustraciones de la Torre de Babel, pero en este caso no había caos nadie se estorbaba y todos trabajando a la vez. Habría unas quinientas o seiscientas personas trabajando, habían reducido el plazo de entrega en seis meses. Lo fascinante es que estaban trabajando en todos lados. Soldando en la cubierta, colocando vidrios en la fachada, solando en los andenes, instalando ascensores, mirases donde mirases había gente trabajando. Fue mágico ver aquel ritmo frenético de construcción coordinado y organizado. Este fuen uno de los momentos en los que pensé que las obras son mágicas.
Pero esos momentos mágicos no solo aparecen en obras faraónicas. Igual no lo has pensado, pero lo has vivido. Seguro que en algún momento has hecho obras en tu hogar o incluso te has construido una casa desde cero. Existe un momento, o varios, en el proceso de construcción que son mágicos. Bien sea cuando se levanta la estructura y se comienza a ver lo que será o cuando llegas y están comenzando a colocar los acabados. El caso es que cuando los dibujos se convierten en realidad hay algo mágico. Si lo has vivido no me digas que las obras no son mágicas.
Me fascinan esos programas de televisión que reforman la casa de una familia sin que vean el proceso. Y me fascinan por las caras de sorpresa y emoción que ponen todos los miembros de la familia cuando ven el resultado final. Es la misma cara que se nos queda cuando un mago hace un truco de magia imposible. Porque todos necesitamos un poco de magia en nuestra vida.
He visto esa cara de sorpresa e incredulidad en alguno de nuestros clientes, me encanta cuando esto sucede. Sabes que les has emocionado y ese es uno de los objetivos que buscamos, crear momentos mágicos.
¿Cuéntanos si has vivido la magia de la construcción en algún momento?